lunes, 8 de octubre de 2007

Marcelo Loffreda y el rugby de Diamante




Ahora que los triunfos y el resonante desempeño de la Selección Argentina de Rugby hacen historia en el Campeonato Mundial de Francia y algunos apellidos se han vueltos familiares para el gran público, vale recordar una simple historia que tal vez permita entender porqué conceptos como humildad, solidaridad y generosidad están siempre presentes en el discurso del plantel de un técnico que predica con el ejemplo.

Hace poco más de un año, el miércoles 28 de junio de 2006, el rugby diamantino vivió una de las experiencias más grandiosas de su historia. Ese día llegaba a esta ciudad el primer equipo de la Universidad Verwoerd Koshuis, de Sudáfrica, para un partido amistoso que quedará grabado durante mucho tiempo en la memoria de quienes ingresaron a la cancha esa gélida noche y de quienes, estoicamente, le hicieron al plantel del Club Atlético Diamantino, colmando los alrededores del Campo Martín Fierro.
En las horas previas, en medio de los preparativos para la recepción, entre las lógicas dificultades económicas que implicaba atender 68 personas durante dos días, y los infaltables contratiempos, los miembros de la Subcomisión de Rugby de Atlético recibieron una estimulante e inesperada carta, que sirvió para que renovaran energías y encararan la organización de aquella fiesta con gran optimismo.

Se trataba de un breve texto, que decía lo siguiente:
“Felicitaciones por este evento. No dudo que será una oportunidad más para difundir nuestro deporte. Les envío todos mis respetos y reconocimiento por lo que están haciendo. Y como siempre ‘que tengan un muy buen juego’ y que disfruten”.

Saludos
Marcelo Loffreda

El técnico de Los Pumas se había enterado de todos los preparativos de los rugbiers diamantinos a través del paranaense Sergio De Giusto, ex compañero de equipo de uno de los entrenadores de Atlético, y que a partir de su trabajo en una importante empresa de indumentaria deportiva había trabó gran amistad con Loffreda.
Más allá de la enorme gratificación que significó semejante halago para los deportistas diamantinos, la anécdota sirve para ilustrar cabalmente la personalidad del ex jugador del SIC y máximo responsable de esta actualidad de Los Pumas y del rugby argentino. La calidad deportiva de los equipos exitosos suele explicarse por la calidad humana de quienes lo integran y conducen.

Fuente: www.diamantenoticias.com.ar

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